martes, 21 de julio de 2009

El genocidio de los transgénicos


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Cuando el Príncipe Carlos afirmó que miles de campesinos de la India estaban suicidándose tras utilizar cultivos OGM [transgénicos], fue tachado de alarmista. En realidad, como este escalofriante informe revela, es aún pero de lo que él temía.

Los niños estaban inconsolables. Mudos de miedo y luchando por contener las lágrimas, se acurrucaban junto a su madre mientras amigos y vecinos preparaban el cuerpo de su padre para la cremación sobre una ardiente hoguera levantada sobre los agrietados y estériles campos cercanos a su casa.

Mientras las llamas consumían el cadáver, Ganjanan, de doce años, y Kalpana, de catorce, se enfrentaban a un futuro sombrío. Aunque Shankara Mandaukar había confiado en que su hijo y su hija tendrían una vida mejor bajo el boom económico de la India, se tienen que enfrentar ahora a un trabajo de esclavos por unos cuantos peniques al día. Sin tierra y sin hogar, se hundirán en lo más hondo.

Shankara, campesino respetado, marido y padre cariñoso, había puesto fin a su propia vida. Menos de veinticuatro horas antes se había bebido una taza de insecticida químico al tener que enfrentarse a la pérdida de sus tierras a causa de las deudas. Se desesperó al no poder devolver una deuda equivalente a las ganancias de dos años. No pudo encontrar solución.

Aún había huellas en la tierra por donde se había retorcido en su agonía. Otros campesinos le miraron –sabían por experiencia que no tenía sentido intervenir- cuando se dobló sobre la tierra, gritando de dolor y vomitando.

Gimiendo, se arrastró hasta un banco situado en el exterior de su sencillo hogar, situado a unas 100 millas de Napgur en la India Central. Una hora después, ya no se oía ruido alguno. Había dejado de respirar. A las cinco de la tarde de un domingo, la vida de Shankara Mandaukar se apagó.

Cuando los vecinos se reunieron para rezar alrededor de la casa familiar, Nirmala Mandaukar, de 50 años, les contó cómo volvió a todo correr de los campos para encontrar muerto a su marido. “Era un hombre afable y cariñoso”, dijo llorando suavemente. “Pero ya no podía más. La angustia mental era demasiado grande. Lo hemos perdido todo”.

La cosecha de Shankara fracasó durante dos años seguidos. Desde luego, el hambre y la pestilencia forman parte de la antigua historia de la India.

Pero la culpa de ha muerte de este respetado campesino la tiene algo más moderno y siniestro: los cultivos genéticamente modificados (GM).

A Shankara, como a millones de campesinos indios, le habían prometido anteriormente insólitas cosechas e ingresos si dejaba de cultivar con las semillas tradicionales y en su lugar plantaba semillas GM. Pero las cosechas fueron un fracaso, y no le quedaron más que fuertes deudas y ningún ingreso.

Por eso Shankara se convirtió en uno de los 125.000 campesinos que se estima se han quitado la vida como consecuencia de la despiadada campaña que ha convertido a la India en un campo de pruebas de los cultivos genéticamente modificados.

La crisis, denominada por los activistas el “Genocidio del GM”, se puso recientemente de relieve cuando el Príncipe Carlos afirmó que la cuestión del GM se había convertido en una “cuestión moral global” y que ya era hora de poner fin a su imparable marcha.

Hablando a través de vídeo-conferencia en la capital india, Delhi, enfureció a los dirigentes de las compañías dedicadas a las biotecnologías y a algunos políticos al condenar “la tasa verdaderamente atroz y trágica de suicidios de pequeños campesinos en la India, producto… del fracaso de muchas de las variedades de cultivos GM”.

Poderosos grupos de presión GM y prominentes políticos se han alineado contra el Príncipe, afirmando que las cosechas genéticamente modificadas han transformado la agricultura de la India, proporcionando mayores cosechas que nunca.

El resto del mundo, insisten, abrazará ese “futuro” imitándoles.

Entonces, ¿quién dice la verdad? Para averiguarlo, viajé al “cinturón del suicidio” en el estado de Maharashtra.

Lo que me encontré fue tremendamente inquietante, con graves implicaciones para los países, incluido el Reino Unido, que hacen preciso debatir si al permitirse la plantación de semillas manipuladas por los científicos no se están violentando las leyes de la naturaleza.

Las cifras oficiales del Ministerio indio de Agricultura confirman efectivamente que, conformando una crisis humanitaria inmensa, más de 1.000 campesinos se quitan aquí la vida cada mes.

Gente sencilla, rural, que se está quitando la vida agonizando lentamente. La mayoría ingieren un insecticida, una cara sustancia que les prometieron no necesitarían cuando les coaccionaron para plantar los caros cultivos GM. Al parecer, muchos están masivamente endeudados con los prestamistas locales, habiéndose endeudado hasta las cejas para poder comprar esas semillas GM.

Los expertos que están a favor de los GM afirman que es la pobreza rural, el alcoholismo, las sequías y las “preocupaciones agrícolas” las razones de esa horrorosa cantidad de víctimas.

Pero como descubrí durante un viaje de cuatro días a través del epicentro del desastre, esa no es toda la historia.


En un pueblecito que visité, 18 campesinos se habían suicidado después de que se los tragaran las deudas de los GM. En algunos casos, las mujeres se habían hecho cargo de las granjas de sus maridos muertos, sólo para acabar matándose ellas también.

Latta Armes, de 38 años, bebió insecticida cuando sus cosechas fracasaron, dos años después de que su marido desapareciera cuando las deudas GM le desbordaron.

Dejó a un hijo de diez años, Rashan, al cuidado de familiares. “Llora cuando piensa en su madre”, dijo la tía de la fallecida, completamente desmoralizada, sentada a la sombra cerca de los campos.

Pueblo tras pueblo, las familias cuentan cómo han ido endeudándose después de que les convencieran de comprar semillas GM en vez de las tradicionales semillas del algodón.

La diferencia de precio es escandalosa: 10 libras [*] por 100 gramos de semillas GM, comparado con lo que cuestan las semillas tradicionales: menos de 10 libras por mil veces la cantidad anterior.

Pero los vendedores de los GM y los funcionarios del gobierno habían prometido a los campesinos que esas eran unas “semillas mágicas”, que producían mejores cosechas libres de parásitos e insectos.

En efecto, en aras a promocionar el consumo de semillas GM, en muchos bancos de semillas del gobierno se prohibió la venta de las variedades tradicionales. El gobierno indio, desesperado por escapar a la devastadora pobreza de los años posteriores a la independencia, estuvo de acuerdo en permitir que los gigantes de las nuevas biotecnologías, como el líder del mercado estadounidense Monsanto, vendieran sus nuevas creaciones en semillas.

A cambio de permitir que las compañías occidentales accedieran al segundo país más poblado del mundo, con más de 1.000 millones de personas, el Fondo Monetario Internacional concedió préstamos a la India en las décadas de los ochenta y los noventa, ayudando así a lanzar una revolución económica.

Pero mientras ciudades como Mumbai y Delhi han avanzado mucho, las vidas de los campesinos han retrocedido hasta la Edad Media.

Aunque las zonas de la India en las que se han plantado semillas GM se han duplicado en dos años –hasta alcanzar los 17 millones de acres [**]-, muchos granjeros han pagado un precio terrible.

Lejos de ser unas “semillas mágicas”, las variedades de plantas de algodón GM a prueba de pestes han sido desvastadas por unos gusanos que atacan los capullos y que son un parásito voraz.

Tampoco les dijeron a los campesinos que esas semillas requerirían el doble de riego. Y esto ha acabado siendo una cuestión de vida o muerte.

A causa de la sequía sufrida durante los últimos dos años, muchos cultivos GM se atrofiaron y murieron, dejando a los campesinos con deudas agobiantes y sin medio alguno para poder pagarlas.

Al haber pedido préstamos a los prestamistas tradicionales a intereses abusivos, cientos de miles de pequeños granjeros se han tenido que enfrentar a la pérdida de su tierra al fracasar las caras semillas, mientras que los que aún podían luchar se enfrentaron a una nueva crisis.

En el pasado, cuando las cosechas fracasaban, los campesinos podían aún salvar las semillas y volverlas a plantar al año siguiente. Pero con las semillas GM no se puede hacer eso. Y se debe a que las semillas GM contienen la denominada “tecnología de exterminio”, lo que significa que han sido genéticamente modificadas para que las cosechas resultantes no produzcan semillas aprovechables.

Como consecuencia, los campesinos tienen que comprar nuevas semillas cada año a los mismos prohibitivos precios. Para muchos, eso significa la diferencia entre la vida y la muerte.

Tomemos el caso de Suresh Bhalasa, otro campesino que fue incinerado esta semana, dejando viuda y dos niños. Al caer la noche, una vez terminada la ceremonia y mientras los vecinos salían fuera de sus casas a la par que las vacas sagradas regresaban de los campos, su familia no dudaba de que sus problemas se originaron en el momento en que se les animó a comprar Algodón BT, una planta genéticamente modificada creado por Monsanto.

“Ahora estamos arruinados”, dijo la viuda del muerto, de 38 años. “Compramos 100 gramos de semillas de Algodón BT. Nuestra cosecha fracasó dos veces. Mi marido se deprimió mucho. Se fue al campo, se tumbó entre el algodón y tragó insecticida”.

Los habitantes del pueblo le colocaron en un rickshaw y le llevaron al hospital por caminos de cabras. “Gritaba que había tomado el insecticida y que lo sentía mucho”, dijo, mientras su familia y vecinos acudían a su hogar a expresarle su solidaridad. “Cuando llegaron al hospital ya estaba muerto”.

Al preguntarles si el muerto era un “borracho” o sufría otros “problemas sociales”, como alegan los funcionarios partidarios de los GM, el tranquilo y digno grupo de campesinos estalló colérico: “¡No! ¡No!”, exclamó uno de los hermanos del muerto. “Suresh era un buen hombre. Enviaba a sus niños al colegio y pagaba sus impuestos”.

“Se vio asfixiado por esas semillas mágicas. Nos venden las semillas diciendo que no necesitarán pesticidas caros pero sí los necesitan. Tenemos que comprar las mismas semillas a la misma compañía cada año. Nos están matando. Por favor, cuéntele al mundo lo que está pasando aquí”.

Monsanto ha admitido que la deuda desorbitada había sido un “factor en la tragedia”. Pero, al señalar que la producción se había duplicado en los últimos siete años, un portavoz añadió que había otras razones para la reciente crisis, tales como las “lluvias intempestivas” o la sequía, añadiendo que los suicidas siempre habían formado parte de la vida rural india.

Los funcionarios declaran también que las encuestas dicen que la mayoría de los campesinos indios quieren semillas GM, sin duda animados por las agresivas campañas de marketing.

Durante el curso de mis averiguaciones en Maharastra, me encontré con tres investigadores “independientes” rastreando los pueblos para informarse sobre los suicidios. Insistieron en que las semillas GM eran sólo un 50% más caras, para terminar admitiendo que la diferencia era de 1.000%.

(Un portavoz de Monsanto insistió después en que sus semillas “sólo cuestan el doble” del precio de las semillas “oficiales” que no son GM, pero admitió que la diferencia podía ser inmensa si las tradicionales y más baratas semillas eran vendidas por comerciantes “sin escrúpulos”, que a menudo también venden “falsas” semillas GM, propensas a las plagas).

Ante los rumores de inminentes indemnizaciones del gobierno para detener la oleada de muertes, muchos campesinos dijeron que estaban desesperados por conseguir cualquier ayuda. “Queremos superar nuestros problemas”, dijo uno. “Sólo queremos que nos ayuden para que se acabe esta cadena de muertes”.


El Príncipe Charles está tan consternado por la grave situación de los suicidios de los campesinos que está montando una entidad de beneficencia, la Fundación Bhumi Vardaan, para ayudar a los afectados y promover los cultivos orgánicos indios en lugar de los GM.

Los campesinos de la India están también empezando a contraatacar. Además de tomar como rehenes a los distribuidores de semillas GM y de organizar protestas masivas, el gobierno de uno de los estados está emprendiendo acciones legales contra Monsanto por los costes desorbitados de las semillas GM.

Todo eso llega tarde ya para Shankara Mandaukar, quien tenía unas 80.000 rupias (alrededor de 1.000 libras) de deudas cuando se quitó la vida. “Le dije que podríamos sobrevivir”, dijo su viuda, con sus niños junto a ella mientras la oscuridad lo invadía todo. “Le dije que podríamos encontrar una salida. Me contestó que prefería morir”.

Pero la deuda no murió con la muerte de su marido: a menos que pueda encontrar una forma para devolverla, no podrá permitirse llevar a sus niños a la escuela. Perderán sus tierras, teniendo que unirse a las hordas que mendigan por miles a los lados de la carretera por todo este inmenso y caótico país.

Precisamente lo más cruel de todo es que son los jóvenes los que más sufren por el “Genocidio GM”, la misma generación que se suponía iba a salir de una vida de dureza y miseria gracias a esas “semillas mágicas”.

Aquí, en el cinturón suicida de la India, el coste del futuro genéticamente modificado es homicidamente alto.

domingo, 19 de julio de 2009

Protejamos nuestros bosques

¿Usas leña para calentarte y/o cocinar? ¿Tu casa es de madera? ¿Y tus muebles? ¿Te gusta beber agua limpia y disponer de ella en verano? ¿Y respirar aire puro? ¿Conoces en qué situación están los bosques en Chiloé? Un grupo de organizaciones de la comuna hemos hecho pública esta declaración en defensa del bosque chilote. Léela y ayúdanos a conservar nuestros bosques.

Declaración pública organizaciones de Chiloé
Declaración Pública, Castro, 09.07.09
Las organizaciones sociales, productivas y ambientales de Chiloé que patrocinan este documento quieren dar a
conocer a la opinión pública que:
El calentamiento global que sufre el planeta se debe a causas humanas y que una de las maneras de frenarlo es
aumentar la superficie terrestre cubierta por árboles; y la principal contribución de Chile al calentamiento global proviene
de la deforestación.
El Archipiélago de Chiloé es considerado, a nivel mundial, un relicto de flora y fauna único en el planeta, lo cual radica
principalmente en la existencia del Bosque Chilote, que es un reservorio genético de gran valor científico a nivel mundial.
El año 2008, la revista Nathional Geographic Traveler publicó un estudio hecho por expertos, quiénes ubican a Chiloé
como una de las islas más auténticas, del mundo.
La actividad turística, actual y potencial de la provincia de Chiloé, es un fuerte puntal de la política regional. Hoy en día es
una fuente de empleo importante y sus proyecciones futuras dependen directamente de la conservación de sus recursos
naturales y en especial del Bosque Chilote.
El Bosque Chilote purifica y dosifica el agua de consumo humano de todas las áreas pobladas de la provincia. A mayor
destrucción de bosque, mayor escasez de agua.
Este recurso renovable permite el desarrollo de la vida de sus habitantes según su cultura histórica, basada en el uso de
la madera y en desarrollo de economías campesinas.
También provee una serie de bienes y servicios, como son la leña, la madera para construcción, la protección del recurso
hídrico, el resguardo de biodiversidad y belleza paisajística, entre otros, además de permitir el esparcimiento.
El principal recurso energético de la Isla de Chiloé es la leña, siendo ocupada por un 96% de los hogares urbanos y un
100% de los hogares rurales (Sigmund, 2004)
Los Bosques Chilotes deben ser considerados de alta fragilidad debido a las condiciones del lugar sobre el cual se
desarrollan, entre las que destacan sus suelos delgados y húmedos y su clima lluvioso, por lo que son susceptibles de
un deterioro irreversible por un mal manejo.
Observamos sin embargo que:
La explotación forestal en Chiloé es principalmente ilegal, lo cual está teniendo como consecuencia la destrucción del
Bosque Chilote, comprometiéndose con ello seriamente la existencia de este recurso en el futuro. Prueba de ello es el
estudio de oferta de bioenergía en la Provincia de Chiloé que indica que, al menos, el 63% de la leña proviene de
cortas no informadas a CONAF (Marabolí, 2007)
Una de las causas de tal ilegalidad es la carencia de una fiscalización adecuada por parte de las instituciones
competentes. Sólo en el caso de la legislación tributaria el 95% de los hogares de Castro informa no recibir boleta por su
compra y por otro lado no existen picadurías con patente Municipal (Neira, Bertín 2008).
La legislación forestal vigente es débil y ha demostrado en el tiempo que no es capaz de cumplir su objetivo de velar por
la conservación del bosque nativo. La extracción de leña hoy día no es sustentable, teniendo en cuenta el consumo en
Chiloé y lo que se transporta a Puerto Montt y otros mercados externos estaría produciendo un déficit anual de al
menos 183.500 m3 equivalentes a 436 hectáreas de tepuales que se pierden anualmente (Sigmund, 2004).
La legislación forestal contempla sanciones leves que no evitan la deforestación, ya que una faena ilegal permite pagar
con creces las multas que se imponen; y no establece como sanción revertir el daño causado.
Las instituciones de gobierno, atingentes al tema, no cuentan con los recursos suficientes para desarrollar
adecuadamente su labor; mientras que los Juzgados de policía local, en cuanto a las multas por talas ilegales
propuestas por CONAF, fallan solo el 6,4% de los montos propuestos.
La alta demanda de productos madereros que existe sobre el Bosque Chilote, entendiendo como destino la misma
provincia y el resto del país, no tiene relación alguna con la cantidad de madera que cuenta con permisos legales para ser
cosechada. Así por ejemplo del total de la leña consumida en la provincia de Chiloé el año 2007, solo el 2% se movilizó
con guía de transporte de productos madereros administradas por CONAF.
Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo
http://www.bosquenativo.cl Potenciado por Joomla! Generado: 13 July, 2009, 09:27
Existe una política pública de reforestación con especies exóticas muy extendida en todo el Archipiélago, que ha
sustituido bosques nativos en estados juveniles de desarrollo, ocurriendo incluso en sectores donde existía una especie
con problemas de conservación, como el Ciprés de las Güaitecas (vulnerable).
Declaramos que:
El Bosque Chilote se encuentra en una situación de grave peligro, la cual presenta una tendencia a seguir empeorando.
Esto, debido a una explotación excesiva e ilegal, una escasa fiscalización, una inadecuada legislación y una deficiente
valoración del recurso boscoso, basada en la falta de conocimientos técnicos a nivel político, judicial y policial. Por otro
lado, la escasez de recursos disponibles para realizar investigación forestal, empeora aún más el panorama.
De no tomarse medidas de corto y mediano plazo, la desaparición del Bosque Chilote en un futuro cercano es inminente.
Con ello se verá fuertemente deteriorada la calidad de vida de los habitantes de la provincia ya que, por un lado, no
podrán desarrollar sus actividades económicas ligadas al bosque, tendrán que acudir a otros combustibles más caros
y contaminantes y, por otro lado, perderán irremediablemente gran cantidad de rasgos culturales.
Por lo tanto, instamos a las autoridades a tomar acciones concretas, en el corto plazo, que permitan revertir la peligrosa
situación por la que atraviesa el Bosque Chilote, la cual debe considerar una visión de futuro.
Revisar la legislación forestal vigente en cuanto a la autorización de planes de manejo para extracción de leña y madera,
de manera que se asegure el uso sustentable y la recuperación de los bosques.
Revisar la legislación forestal y ambiental en cuanto a la definición de sanciones, para endurecerlas, además de buscar
nuevas formas legales para abordar de mejor manera esta problemática.
Establecer un sistema efectivo de control en el Canal de Chacao respecto a las salidas de productos forestales desde
Chiloé hacia el continente, que cuente con un registro permanente y público de la cantidad de leña y otros productos
que salen de la provincia.
Llevar un registro público y fácilmente accesible de los planes de manejo aprobados y vigentes en la provincia y de la
información que contienen las guías de libre tránsito administradas por CONAF.
Definir a la brevedad una clara política de uso sustentable de los Bosques Chilotes, la cual debe abordarse con la
participación de toda la sociedad; y dotar a las instituciones atingentes al tema de recursos suficientes de forma que su
desempeño asegure la conservación y recuperación del Bosque Chilote.
Capacitar técnicamente a todos aquellos funcionarios cuyo desempeño se relacione con el Bosque Chilote, entiéndase
como tales a jueces, fiscales y policías, entre otros; e implementar, con carácter de permanente, una Brigada de Delitos
Ambientales de Investigaciones de Chile con sede en Chiloé.
Canalizar recursos para realizar investigación en los Bosques Chilotes, lo cual servirá para desarrollar políticas públicas
a la altura que los bosques nativos y los habitantes de la provincia de Chiloé nos merecemos.
Fomentar mediante instrumentos concretos otros usos productivos no madereros para el bosque, desde los usos
medicinales hasta el turismo.
Desarrollar una política provincial energética que fomente la utilización de energías renovables no convencionales, como
la eólica, la solar y la geotérmica, que disminuyan la presión sobre el bosque, además de apoyar activamente los
esfuerzos impulsados por el sistema nacional de certificación de leña.
Abordar un diseño de ordenación territorial a nivel provincial, en la que se tenga en cuenta la potencialidad y fragilidad
de los diferentes tipos de Bosques Chilotes presentes en la provincia, de manera que, entre otras consecuencias, dejen
de aprobarse cambios de uso de suelo en lugares con bosque por otros usos incompatibles con su conservación.
AGRUPACIÓN DE AMIGOS DEL BOSQUE CHILOTE DE ANCUD
MOVIMIENTO ECOLOGISTA DE ANCUD-ECOANCUD
AGRUPACIÓN DE INGENIEROS FORESTALES POR EL BOSQUE NATIVO, CAPÍTULO CHILOÉ
MESA COMUNAL DE TURISMO DE ANCUD
FUNDACIÓN SENDA DARWIN
AG CHILOÉ BOSQUES PARA SIEMPRE
CHILOÉ ACTIVO ADC
MESA FORESTAL

domingo, 5 de julio de 2009

Ya llega el desembarco de los transgénicos en Chile

La semana pasada se introdujo -con carácter de suma urgencia (esto lo decide el gobierno)- en el Congreso un proyecto de ley sobre los derechos del obtentor de vegetales que no es otra cosa que una ley que da la entrada masiva al cultivo de transgénicos en Chile a través de la autorización de patentar las semillas transgénicas.

Lo primero que nos choca es cómo puede ser que el gobierno le de carácter de suma urgencia a este proyecto que sólo beneficia a las multinacionales, mientras que otros proyectos duermen durante años esperando que los diputados decidan aprobarlo en algún rato libre. Lo segundo es qué valor tiene la palabra de la Presidenta que en las últimas elecciones tuvo el apoyo de los ecologistas a cambio de compromenterse a no iniciar el debate nuclear ni la introducción de los transgénicos, siendo que ha incumplido ambos.

Esto es parte de la estrategia de las multinacionales transgénicas para su desembarco en los países en desarrollo. Primero consiguen que se puedan patentar sus semillas (derechos del obtentor vegetal es lo mismo que patente con otro nombre), lo que consiguen fácilmente en los países que tienen tratado de libre comercio con Estados Unidos, ya que para firmarlo los países están obligados a adherirse al Convenio UPOV (del que Chile ya es parte) cuya única finalidad es asegurar los derechos de propiedad intelectual sobre los productos biotecnológicos. De hecho, el proyecto de ley no es más que una copia del convenio. Después se aprueban las leyes de bioseguridad alimentaria que no suponen más que la instauración en los países de su dominio sobre nuestra alimentación, es decir, de lo contrario de lo que dice el nombre de la ley: inseguridad alimentaria.

Las nuevas semillas transgénicas franquean la barrera de las especies, introduciendo en la alimentación humana genes de especies que nunca antes habíamos comido. Esto ya ha dado lugar a alergias masivas como fue el caso del maíz bt (transgénico) en Estados Unidos que se utilizaba sobre todo en la comida tex mex. Y todavía hay efectos a largo plazo que no conocemos. Pero empiezan a haber estudios independientes (increíble cómo se han vendido a las fuerzas del mal muchos científicos del mundo) que señalan que las técnicas transgénicas en sí mismas son las causantes de que a la larga los productos transgénicos que comemos provoquen un deterioro en el funcionamiento de las células de nuestro cuerpo,derivando en cánceres, problemas reproductivos, endocrinos, alergias y otros muchos. Esto se ha probado a ciencia cierta en ratas de laboratorio.

Por otro lado, los cultivos transgénicos tienen un efecto secundario que pone en peligro la biodiversidad del planeta, base del equilibrio ecológico que sustenta la vida, incluida la nuestra: la POLINIZACIÓN CRUZADA. Las plantas transgénicas, como las otras, producen polen que se trasnporte a través de las abejas, el viento y de otras maneras hasta llegar a otras plantas no transgénicas contaminándolas, de manera que al final todas son transgénicas.

Además estas transnacionales venden estas semillas diciendo que se reduce la utilización de pesticidas y herbicidas y que por eso son más respetuosas con el medio ambiente. Si bien esto fue cierto en los primeros años de los transgénicos, hoy es totalmente falso ya que no sólo las malas hierbas se han hecho cada vez más resistentes teniendo que aumentar las dosis de herbicida, sino que las propias plantas transgénicas, cuando crecen en campos no transgénicos a los que llegan llevadas por el viento o los animales, se convierten en supermalezas que no hay manera de matar, incrementando la utilización de herbicidas, que casualmente son producidos por las mismas multinacionales que venden las semillas transgénicas, cerrando un negocio redondo, en el que se lucran con la creación del problema (las semillas transgénicas) y con la mantención del mismo, ya que aumentan las ventas de herbicidas, que cada vez tienen que ser más venenosos. Si no fuera porque el final de la historia es la destrucción de la vida en el planeta, nos deberíamos apuntar todos al negocio.

También utilizan como argumento que los cultivos transgénicos tienen un mayor rendimiento, pero ya hay varios estudios que demuestran una disminución de hasta un 10% en el rendimiento tanto frente a los cultivos químicos como orgánicos.

Frente a estos modelos productivos avasalladores y envenenadores, se levanta la agricultura orgánica donde se utilizan las semillas tradicionales, no se utilizan químicos y se respeta a la naturaleza como aliada y no como enemiga. Por eso es inaceptable que en el proyecto de ley los diputados se atrevan a hablar respecto de la biotecnología como producción limpia e inocua, cuando ya se sabe que no es así y siendo que sólo la agricultura orgánica en sentido amplio puede adjudicarse esos calificativos.

Les adjuntamos el enlace de una de la muchas entrevistas que hay en la web a científicos contrarios a los transgénicos: http://www.webislam.com/?idt=12663 y este otro enlace para que conozcan qué productos concretos transgéncios nos estamos comiendo hoy sin saberlo: http://www.greenpeace.org/raw/content/chile/photosvideos/documentos/guia-de-alimentos.pdf y les recomendamos fervientemente el libro de Marie-Monique Robin "El Mundo según Monsanto".

A los que quieran actuar, escriban a informeespecial@tvn.cl pidiéndoles que hagan un programa sobre la peligrosidad de los transgénicos y escriban correos electrónicos a todos los diputados y señadores pidiéndoles que no aprueben ni el proyecto de ley del obtentor vegetal ni ninguna de las que vengan en el futuro próximo para introducir los transgénicos en Chile. Sus correos se pueden econtrar fácilmente en las páginas del congreso.