martes, 9 de junio de 2009

Concejo Municipal aprobó Ordenanza para proteger Pingüinos de Puñihuil






A las 17:30 horas de ayer lunes 8 de junio, el Honorable Concejo Municipal de Ancud aprobó la Ordenanza de protección de fauna silvestre en el Monumento Natural de Puñihuil ubicado en la comuna. Sólo seis meses después de haber accedido al cargo, el Alcalde d. Federico Krüger pudo presentar ante el Concejo esta Ordenanza que es la primera de tipo medioambiental que se aprueba en nuestra comuna con el fin de proteger nuestro patrimonio natural cuando todavía estamos a tiempo de hacerlo. Hay que destacar que fue aprobada por unanimidad. Este hecho abre un nuevo camino de esperanza en cuanto al desarrollo sustentable de nuestra comuna al contar con un Alcalde comprometido con lo medioambiental y un Concejo aparentemente sensible a estos temas.

En la presentación de la Ordenanza , previa a su aprobación, que hicieron la anterior encargada de turismo de la comuna, Sra. Amparo Martínez, auténtico cerebro de la Ordenanza y d. Manuel Díaz de la Oficina de Medio Ambiente, se destacó que lo mínimos que exige este documento legal se basan en un estudio científico de carga que se realizó en los islotes y que puso de manifiesto la necesidad de regular la actividad turística en esta zona ya que los pingüinos presentaban signos de stress además de que ya aparecían varios nidos abandonados.

La principal organización local Ecoturismo Puñihuil ha apoyado esta iniciativa que supone restringir en parte el número de visitas a los islotes a cambio de proteger a los pingüinos, para, en la medida de lo posible, evitar que emigren a otros lugares más tranquilos. A partir de su publicación sólo cinco embarcaciones podrán explotar estos viajes, debiendo contar obligatoriamente con motores de c uatro tiempos, menos contaminantes. Además las embarcaciones no podrán acercarse a menos de 20 m de los islotes, debiendo durar cada paseo un mínimo de treinta minutos y contar con un guía que haya hecho al menos un curso de especialización sobre la zona. Los viajes tendrán que empezar después de las 10 de la mañana para respetar los períodos de alimentación de los pingüinos.

En cuanto a algunas críticas que se han levantado respecto a que las embarcaciones beneficiarias son las de los locales de Puñihuil, tenemos que señalar que un ecoturismo bien entendido parte por el desarrollo de las comunidades locales que explotan sustentablemnte los recursos que tienen a su alcance y que el beneficio de las propias comunidades locales es la mejor forma de lograr la protección del recurso. En el caso de Puñihuil no estamos hablando de cualquier recurso natural sino de uno que es Monumento Natural y encontramos enormemente positivo que la comunidad local haya entendido que tiene que restringir o modificar la manera en que desarrollaba su actividad lucrativa para conservar el lugar. Sería muy bueno que los empresarios de distintos rubros aprendieran de ellos.

También es justo agradecer la particiapción de otras instituciones públicas como Conaf o la Capitanía de Puerto que han permitido elaborar y aprobar en tan corto espacio de tiempo la Ordenanza de Puñihuil.

Frente al crecimiento infinito absurdo, decrecimiento sereno.

No es una crisis económica sino una crisis de recursos en un planeta agotado

Raúl Arias

Raúl Arias

  • Los expertos abogan por una economía que respete el medio ambiente
  • Piensan que no se puede crecer ilimitadamente en un planeta limitado

Pero hay otras voces. Economistas, sociólogos, pensadores de diversos ámbitos que opinan que estamos ante algo más que un desarreglo de los mercados financieros. ¿Qué crisis es ésta? Para muchos, más que una crisis económica es una crisis ecológica: no hay planeta suficiente para mantener el ritmo de vida que llevamos. El modelo de crecer y gastar, usar y tirar, explotar y contaminar llega a su fin.

«Aunque tengamos la mirada puesta en la debacle de los mercados financieros, la convulsión que estamos experimentando denota mayor hondura, remitiéndonos a los modos de producir, consumir y vivir hoy predominantes en el planeta», afirma Santiago Álvarez, director del Centro de Investigaciones para la Paz, en el último número de la revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global.

Reputados pensadores como el economista estadounidense Jeremy Rifkin atacan sin piedad ese «modo de producir» al que se refiere Álvarez. Para Rifkin, la segunda revolución industrial, cimentada en el petróleo, el automóvil y la centralización de la electricidad llegó a su colapso a finales del siglo XX. La burbuja crediticia reciente fue un falso intento de mantener con vida un sistema muerto.

El experto estadounidense no está solo ni mucho menos. En su artículo en 'Papeles', Santiago Álvarez, catedrático de Economía Internacional y Desarrollo, recuerda que la crítica ecológica a la economía es «algo que se viene comentando desde hace más de tres décadas. La novedad es que ahora está en boca de muchos más». Álvarez escribe: «Anthony Giddens ha advertido sobre la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida señalando que los debates sobre la manera de conseguirlo son ya la preocupación fundamental de la política actual. El premio Nobel de Economía Paul Samuelson ha afirmado que esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo».

Shuterstock

Shuterstock

La cuestión es si la ecología es parte de la economía o la economía es parte de la ecología

Foro sobre la crisis

En realidad, son muchos los ámbitos en los que se ofrecen otras visiones. El mes pasado, por ejemplo, la Fundación Banco Santander organizaba un foro titulado Economía y sostenibilidad donde diversos expertos debatieron sobre lo que la convocatoria definía como triple crisis: del agua, de los alimentos y de la energía. El encuentro fue la demostración de que el discurso sobre la sostenibilidad incumbe ya de la Filosofía, la Sociología o las ciencias Políticas. Lo ambiental, o lo ecosocial, son ya materia de estudio.

Uno de los ponentes del foro del Santander fue Fernando Arribas, doctor en Filosofía y profesor de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad Rey Juan Carlos. Según él, es difícil decir si ésta es una crisis sistémica o no. «Mientras que el discurso marxista siempre ha considerado que el capitalismo es un sistema en crisis o enfermo desde su propia raíz, el pensamiento liberal-económico entiende las crisis como algo propio del sistema, cíclico y superable. Sea como sea, lo que sí está claro es que hemos llegado a un nivel insostenible en la explotación de los recursos y en la capacidad del planeta de prestar servicios ambientales», considera Arribas. Desde su punto de vista, los individuos tenemos la capacidad de tomar decisiones apropiadas, pero colectivamente solemos equivocarnos. Como sociedad consumista que somos, viene a decir Arribas, nos estamos acercando al abismo.

Hay una cuestión de fondo en todo este debate que consiste en definir bien las relaciones entre la economía y la ecología. La teoría tradicional no ha tenido en cuenta que los mercados actúan sobre una base real, la de un planeta finito y con recursos limitados. En realidad, la economía es una parte de la ecología, y no al revés. Para Luis Jiménez Herrero, director del Observatorio de la Sostenibilidad en España, una economía que pretende crecer indefinidamente en un planeta de recursos limitados está abocada al colapso. Y recuerda que hace tiempo que las corrientes de la Economía ecológica, la Economía ambiental y la Bioeconomía manejan esos conceptos.

Economía ecológica

Lo que ocurre ahora es que la realidad empieza a dar la razón al ambientalismo El profesor Óscar Carpintero, experto en Bioeconomía, opina: «Crisis económica, sí, pero también ecológica y social. Necesitamos acometer profundos cambios en los enfoques con que analizamos las relaciones entre la economía, la naturaleza y la sociedad, en el modelo de producción y consumo de la civilización industrial y en sus reglas de juego».

Ese es el asunto. Si esta crisis es una crisis ecológica, ¿cómo salir de ella? Los expertos proponen: incluir los servicios que presta el medio ambiente en las cuentas económicas, que no suelen reflejarlos. Entender que el PIB no mide el bienestar, sino el flujo de bienes y servicios y, por tanto, dejar de vivir como si fuera el único objetivo. Apostar por el decrecimiento, por la calidad frente a la cantidad. Diseñar un sistema productivo que respete los ciclos naturales de renovación de materiales y energía y vaya hacia el residuo cero.

¿Será ese 'green new Deal' que Obama propone? El profesor Fernando Arribas no está seguro de si Obama es «ese Roosevelt verde que algunos quieren ver». «Lo que está claro», afirma, «es que necesitamos uno».

OTRAS VOCES

Jorge Riechmann

El filósofo y pensador ambiental cree que hablar de crisis económica es una simpleza. «Estamos ante una crisis ecológico-social. No se trata sólo de una crisis ambiental, que es evidente, sino de algo mayor donde se entrelazan tres fenómenos. Una crisis climática antropogénica; una crisis energética y una crisis de la biodiversidad», ha declarado en una entrevista para el CIP. «Todo ello tiene que ver con la deficiente inserción de los sistemas humanos en los sistemas naturales».

Eduardo Subirats

«Esta crisis encubre un desorden civilizatorio más profundo», afirma el ensayista barcelonés en el último número de la revista Agenda Viva, editada por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. "La guerra y el calentamiento global son sus símbolos. Una guerra que se extiende globalmente sin otro enemigo real que el terror y el terrorismo que ella misma sustenta. Y un calentamiento que pone de manifiesto la irracionalidad material de la racionalidad formal de la civilización mundial».

María Novo

En Agenda Viva, la titular de la cátedra Unesco de Desarrollo Sostenible de la UNED afirma: «No podremos salir de la crisis con el mismo modelo que nos trajo a ella. El mercado global tal y como existe actualmente, es el gran enemigo de la sostenibilidad. Si algo nos ha conducido a esta situación es la búsqueda de un crecimiento económico ilimitado. La economía es un subsistema del sistema Tierra y no puede crecer indefinidamente en su interior sin comportarse como un cáncer.

Joan Martínez Alier

El catedrático de Economía de la Autónoma de Barcelona escribe en la revista Ecología política: «La economía tiene tres niveles. Está el nivel financiero que toma prestado contra el futuro. Por abajo está lo que los economistas llaman la economía real o la economía productiva. Pero en el tercer nivel está la economía real-real de los economistas ecológicos, es decir, flujos de energía y materiales, con límites físicos. Ahora no sólo hay límites en los recursos, sino también en los sumideros: el cambio climático es un ejemplo».

Víctor M. Toledo

«Dos fenómenos encabezan esta crisis de civilización: el calentamiento global y el fin de la era del petróleo», escribe el pensador mexicano en la revista del CIP. «Ahora debemos agregar la crisis provocada por la voracidad del capital. Todas son la expresión de un intrincado conjunto de procesos cuyo devenir ha durado varias décadas. La crisis de civilización que hoy vive el mundo contemporáneo sólo será superable bajo esquemas teóricos renovados y mediante acciones políticas de nuevo cuño».

José Manuel Naredo

El economista, autor de obras como Raíces económicas del deterioro económico y social declara en una entrevista a la revista Ecología política: «Lo que se llama �producción del petróleo no es más que su extracción. Se extrae para luego disipar, quemar o gastar. El término producción funciona como una pantalla que oculta lo que hace la civilización industrial. Oculta que ésta se ha separado por primera vez en la historia de la humanidad de la fotosíntesis y las producciones renovables asociadas».